¿El mejor es el que más gusta?
El guión viene a decir que la respuesta a “¿cuál es el mejor café?” es: “el que a uno le gusta”.
Cambiemos la palabra “café” por vino o té y la respuesta será la misma.
Y siendo el gusto un componente que constituye una parte del café, existen otros más que, a juicio del consumidor, otorgan valor al café.
Más allá de la calidad
La calidad describe una serie de características y rasgos que posee el café.
En el café, el denominado de “especialidad“ o “specialty coffee” es el que goza de un grado de calidad superior.
Más no hay una relación directa entre el grado de calidad del café y la preferencia del consumidor.
Facetas del café que le conceden predilección
El consumidor asigna al café una suma de factores que agregan valor al producto.
Estos factores, ajenos al grado de calidad y precio, toman peso en el consumidor a la hora de la elección.
¿Por qué el consumidor elige un café sobre otro?
A los dos comentados con anterioridad; calidad y precio, tenemos que señalar factores que tienen un peso significativo en el momento de decidir la compra : el recuerdo, el relato y el gusto.
El recuerdo:
Es todo aquello que emana del café y que constituye un traslado a : paisaje, música, hogar, persona, viaje, quién lo produce, la experiencia que se vive en el momento de la compra.
Un evento agradable que al entrar en contacto con el café hace revivirlo.
El relato:
Otro elemento que acompaña al café es su historia: origen, manera en la que se ha recolectado, alguna curiosidad, quién lo trajo y me lo dio.
El gusto:
No hay nada mejor como disfrutar de las cosas. Cuando un café gusta, alegra el alma y hace olvidar las penas.
Por tanto, más allá del grado de calidad que tenga el café, atribuyo gran valor al recuerdo, relato y gusto como elementos que configuran la experiencia del consumo del café.
Mas no desdeñemos factores como el lugar, el ambiente, la compañía y nuestro estado de ánimo en el momento de degustarlo.